Los únicos dos sobrevivientes de la tripulación de El Kraken se ven atrapados en una maldita y eterna noche que cubre las tenebrosas aguas de un mar desconocido. Manuscrito hallado en una botella, de Edgar Allan Poe, describe la terrible anécdota que nuestro protagonista tiene que enfrentar cuando su barco es arrastrado por una fuerte corriente entre olas de cientos de metros.
Manuscrito hallado en una botella
La tripulación del Kraken atravesaba las aguas del Mar Índico cuando una extraña calma los sorprende: no sopla el viento y el agua yace en total calma. De un momento a otro, una gigantesca ola hunde al barco tan violentamente que éste se sumerge manteniendo su posición vertical.
El barco, después de unos segundos bajo el agua, emerge con solo dos sobrevivientes, Ulises, nuestro protagonista y un sueco. Mientras son arrastrados por una fuerte corriente, nuestros desafortunados personajes tienen el tiempo de admirar el monstruoso espectáculo que montan las gigantescas e incesantes olas que adornan el paisaje bajo una oscuridad perpetua.
De pronto, Ulises es arrojado por una inmensa ola a la cubierta de un raro barco tripulado por unos extraños seres fantasmagóricos que parecen no notan su presencia. La aventura es contada por Ulises a través de un manuscrito que mete en una botella que arroja al mar justo antes de morir.
«La llama de una bujía colocada en la popa no oscilaba en lo más mínimo, y un cabello, sostenido entre los dedos, colgaba sin que fuera posible advertir la menor vibración.»
Manuscrito hallado en una botella
Comentarios
El mar siempre ha sido uno de los escenarios más escalofriantes para un texto de terror u horror. La inmensidad de la “nada”, lo desconocido y los vagos recuerdos de las viejas leyendas que escuchamos sobre monstruos marinos y barcos fantasmas vienen a la mente cuando leemos una historia ambientada en aquellos lugares: no por nada, Edgar Allan Poe ha elegido este paisaje para uno de sus relatos más misteriosos, Manuscrito Hallado en una Botella.
Suficientemente terrorífico ya es el que, en medio del mar, la tripulación note una ausencia total del viento, una calma que en cualquier panorama crea una sensación inquietante. A este evento hay que sumarle el hecho de ser sepultado por una ola de proporciones inimaginables, tan repentina que pareciera la entrada a otro mundo, uno del que Ulises no saldría jamás.
«Pasamos a través de olas mil veces más gigantescas que las que he visto jamás, con la facilidad de una gaviota; las colosales aguas alzan sus cabezas sobre nosotros como demonios de la profundidad…»
Manuscrito hallado en una botella
Leer este texto es prepararse para escuchar una historia contada de la pluma de un hombre que no repara en pequeños detalles, Ulises cuenta su historia con prisa, como si deseara que el lector llegara al final lo más rápido posible para así terminar de una vez por todas con su sufrimiento.
Carlo Jurado 
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