El Castillo de los Cárpatos, Julio Verne || Reseña

Un gigantesco castillo construido en medio de un lugar prácticamente inaccesible y que lleva ya varios años abandonado, es foco de atención para un pequeño y supersticioso poblado de Transilvania que asegura, está habitado por el Chort (el diablo). ¿Qué clase de historia surge con la mezcla de estos elementos?, Julio Verne (1828 – 1905) desarrolla con maestría una de las más interesantes sobre fantasmas y lugares embrujados, El castillo de los Cárpatos.

Castillo abandonado, castillo encantado, visto en visiones. Las vivas y ardientes imaginaciones pronto lo poblaron de fantasmas, los aparecidos se mostraban en él, los espíritus volvían en las horas nocturnas.

El castillo de los Cárpatos.

Sinópsis

¿Humo en el castillo de los Cárpatos?, el viejo pastor Frik lo ha visto, ha visto humo en un castillo que toda la región sabe abandonado, y es su deber avisar al pueblo de Werst. Todos se reúnen en el albergue, Rey Matías, en donde el valiente guardabosques, acompañado del doctor Patak, deciden inspeccionar el castillo para comprobar si quienes habitan el castillo, son seres sobrenaturales.

A su regreso, el relato de los exploradores parece no dejar ni la más pequeña duda de que hay algo extraordinario sucediendo en el castillo.

Comentario

Tal vez escuchar el nombre Julio Verne no está asociado con el género de terror, de él estamos acostumbrados a recibir otro tipo de historias que si bien, pertenecen al género fantástico, no son netamente terror.

Y digo netamente porque ya lo hemos visto sumergir a sus personajes al centro de la tierra y enfrentarlos a un mundo oculto sin darles la certeza de salir vivos de su aventura. A otros los ha llevado a una isla misteriosa donde son observados día y noche por una extraña fuerza sobrehumana que habita en las entrañas del lugar. Entonces, ¿Julio Verne no escribe terror?.

El castillo de los Cárpatos es un claro ejemplo, un gran ejemplo. Una historia que se basa en las creencias supersticiosas del poblado de Werts, un lugar aislado del mundo que no conoce más allá de los límites de su aldea, ¿no es el blanco ideal para los ataques de cualquier entidad fantasmal?.

Verne domina muy bien la atmósfera en esta obra, la vuelve blanca o negra a su conveniencia, lúgubre en la mayor parte de la historia gracias a la naturaleza supersticiosa de sus personajes. Casi puedes sentirte en el Rey Matías (el albergue del pueblo), siendo un habitante más, escuchando las mil y un teorías sobre los fenómenos que rodean el castillo y contando en silencio las tuyas propias.

Los aromas y colores de Werst quedan grabados en tu imaginación y cuando la trama no se desarrolla allí, cuando un personaje te cuenta algo del exterior, puedes sentirte con un extraño, como un espectador quien solo escucha.

Como lector te sentirás bajo el control total del autor. Julio Verne te persuade, te hace creer, después te quita la venda de los ojos solo para hacerte dudar, sorprenderte y luego…volver a sembrar en ti el terror de lo incomprensible.

Una historia manejada con una increíble habilidad que te mantiene al borde del asiento, capítulo a capítulo, y que si bien no es la obra perfecta, sí puede estar cerca de serlo.

Aquella noche, como si hubieran sido amenazados con una aparición fantástica, los habitantes de Werst se atrincheraron sólidamente en sus casas…

El terror reinaba en la aldea.

El castillo de los Cárpatos

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