Vivir de la fotografía o para la fotografía: ¿es obligatorio cobrar para ser fotógrafo?

¿Y si no quiero vivir de la fotografía… está mal?

¿Querer hacer fotografías como forma de expresión, te obliga a generar ingresos de la fotografía? Parece el camino más natural ¿no? convertir tu pasión en tu trabajo principal.

Mucho tiempo perseguí este «sueño», quería vivir de hacer fotografía: nunca lo logré (al menos no al día de escribir esta entrada). Pero en el camino empecé a ver con otra perspectiva a mi devoción por las cámaras fotográficas y empecé a preguntarme ¿necesito cobrar por mis fotos?

Sesión para Greaser Garage

La presión de monetizarlo todo

El estándar lo fijan las redes sociales, si no cobras por tus fotografías, no eres bueno, no eres un fotógrafo real. De menos deberías estar haciendo contenido relacionado con la disciplina.

Cada día estamos expuestos a miles de videos de fotógrafos «exitosos» (lo entrecomillo por lo relativo del concepto) creando contenido, trabajando con marcas, haciendo foto de producto, editorial… y probablemente más de una vez pensaste «yo quiero estar ahí, quiero vivir de la fotografía».

Tener un trabajo diferente… y aún así ser fotógrafo

Mucho tiempo intenté convertir la fotografía como fuente de ingresos principal, soñé con trabajar con grandes marcas de motociclismo, deportes y hasta de vida salvaje. También regalé mi trabajo «para darme a conocer», invertí muchos recursos para lograr mi objetivo y después de un par de años, la recompensa no llegaba.

Leí muchos blogs, busqué información en YouTube sobre cómo lograr vivir de la fotografía pero ningún consejo me servía o me agradaba. En México, el camino relativamente más lucrativo es la fotografía de eventos sociales: bodas, XV años, fiestas, pero no me gustaba la idea, no era el tipo de fotografía que yo quería hacer, así que terminé por «rendirme».

Cobertura para Mauricio Reynoso

Experiencia personal

Tuve intentos de clientes, propuestas que nunca llegaron a nada y de cierto modo entiendo la razón: quería darme más gusto a mí que a mis posibles clientes.

Honestamente, creo que se me pasaba un poco la mano con lo conceptual, bajaba una propuesta demasiado justificada: concepto de la obra, objetivos, paleta de colores y un montón de cosas más que creo que confundían más a mi cliente de lo que lo ayudaban.

Quería que mi trabajo se distinguiera precisamente por ofrecer algo más profundo, pero solo conseguía un «lo revisamos y te llamamos»: nunca llamaban… y yo nunca insistía porque bueno, yo tenía un trabajo principal, no me preocupaba concretar ese cliente y no pensaba cambiar mi propuesta.

Otras veces era un poco al revés, me contactaban para hacer un trabajo y yo lo rechazaba porque simplemente no me agradaba el proyecto ¿autosabotaje?.

Llegó el punto en el que dejé de buscar esa oportunidad, dejé de enviar mensajes para concretar sesión gratis, dejé de centrarme en el nicho que me interesaba (motociclismo) y empecé a hacer fotografías de mi vida y otras aficiones como el running.

Foto tomada de una carrera de 15 km en la que participé

Ventajas de NO vivir de la fotografía

• Libertad creativa total

• Ritmo propio: disparas cuando quieres, no cuando te pagan

• Estilo sin filtros: puedes fallar, experimentar, romper reglas

• No hay cliente al que rendirle cuentas

El Iztaccíhuatl con un cielo completamente despejado

Analogía: Mecánico por gusto vs. tener un taller

Tengo una Harley Davidson Sportster, intento hacerle todo lo que puedo en cuanto a mecánica se refiere, servicio, ajustes, mantenimiento preventivo y solucionar pequeñas fallas; tengo montado un mini taller en casa con casi todo lo que se necesita para reparar esa moto.

Cuando me enfrento a algo nuevo siempre intento llamar a algún amigo para que me guíe en la posible solución. Esto es algo que disfruto mucho, pero no me veo montando mi propio taller abierto al público. Lo primero lo haces por pasión, lo segundo por necesidad (y con presión).

¿Necesito facturar cada servicio hecho a mi motocicleta para validar mi conocimiento?

Tampoco necesitas vivir de la fotografía para ser fotógrafo.

Conclusión

No es obligatorio convertir tu pasión en tu fuente de ingresos, tener un trabajo principal que te de para financiar tu pasión también es un camino válido y te da muchas otras ventajas:

  • Hacer foto de lo que quieras y cuando quieras: tu vida, tus hobbies, tus mascotas, familia, viajes
  • Complacerte solo a ti, sin clientes a quien rendirle cuentas, sin brief, sin entregables
  • Hacer fotografías de nichos poco comerciales como el motociclismo custom (mi caso)

Antes idealizaba la vida del fotógrafo que hace sesiones, fotografía de producto, cobertura de eventos de deportes de riesgo. Poco a poco empecé a analizar con cabeza fría y entendí que probablemente no era el trabajo soñado que vemos en redes sociales.

Yo quería hacer fotografías de lo que me gusta, no de producto, no editorial, no me gusta usar luces ni flashes, me gusta trabajar con cámara en mano y nada más, entonces ¿sería feliz viviendo de la fotografía?

Comprendí que vivir para la fotografía tiene muchas ventajas. No sé qué sucederá más adelante, mas de momento soy feliz mostrando mis fotografías en Instagram y en este sitio web y como yo, seguro habrá más fotógrafos a los que les funcione esta perspectiva y si llegaste hasta aquí, lo más probable es que seas un@ de ell@s.

Cielo previo a una tormenta en la Ciudad de México

En estos tiempos en los que todo se monetiza, fotografiar para ti mism@ es un acto de rebeldía. No te hace menos fotógrafo. Te hace uno más libre.

Algunos tenemos un trabajo completamente ajeno al tema, otros deciden empezar a hacer filmmaking o contenido educativo para financiar su pasión por la fotografía. Al final, sea cual sea el camino que nos acerque, lo importante es seguir haciendo fotos.


📸 ¿También haces fotografía solo por amor al arte?

Cuéntamelo por Instagram o en los comentarios.