El Wendigo, el demonio que camina en los bosques en busca de presas para saciar su incesable hambre de carne humana. El mito de la cultura Inuit cobra vida en este extraordinario libro de Algernon Blackwood.
El Dr. Cathcart y su sobrino Simpson se adentran en los fríos bosques de Canadá con el fin de cazar alces. Para su aventura se hacen acompañar de 2 guías que los asistirán en su larga travesía.
Después de 2 semanas y tras la decepción de los cazadores por no encontrar presas, estos deciden penetrar en una zona misteriosamente solitaria del lugar. El Dr. Cathcart decide separarse de su sobrino para obtener mejores resultados y es así como el joven Simpson debe cruzar El Lago de las 50 islas bajo la protección de Defago (uno de los guías), quien a pesar de su silencio todos notan en él un semblante temeroso y preocupado.
Una noche, Simpson despierta y mira a Defago sentado en la entrada de la casa de campaña mirando afuera, mirando algo que Simpson no puede ver.
El Wendigo es un cuento del género fantástico que a ratos se baña del horror cósmico lovecraftiano más puro. Una novela complicada, no por su complejidad literaria, sino por la estética tan rústica de la narrativa. Leer esta obra de Algernon Blackwood significa disfrutar de una experiencia más íntima con el narrador; la sencillez y fluidez del lenguaje nos hacen sentir al rededor de una crujiente fogata, en medio del bosque, escuchando una leyenda ancestral de la voz de un anciano Inuit.
A pesar del torpe desarrollo de la historia y con huecos dejados aparentemente a propósito, El Wendigo nos muestra un terror atmosférico impresionante, un incesante temor por lo intangible. Ya avanzado el libro, poco nos importará estar preocupados por lo que vive en el bosque, sino por lo que está desapareciendo al rededor.


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